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miércoles, 18 de abril de 2012

Imposible, improbable.


"La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene ni facultad ni medios para llegar a ser o suceder, y define improbable como algo inverosímil que no se funda en una razón prudente. Puesto a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la ética. Que David ganara a Goliat era improbable pero sucedió. Un afroamericano habitando la casa blanca era improbable, pero sucedió. Que los baron rojo volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió. Nadal desbancando del número uno a Federer, una periodista convertida en princesa, el doce uno contra Malta. El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es por definición probable, lo que es casi seguro que no pase es que pueda pasar. Y mientras halla una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase vale la pena intentarlo."


3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la entrada, y tienes muchisima razon.
    Mientras quede una posibilidad, no hay que perder la esperanza!
    Besitos:)

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  2. ¡Hola! Me gusta mucho tu blog :D
    Pásate por el mío, te he dado un premio ^_^
    Un beso, y sigue así !

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  3. este es uno de mis textos preferidos, cuando lo oí me enamore hahaa
    te sigo!

    saludos de la chica de los chicles!(:
    http://sonrisasfragilesdecristal.blogspot.com.es/

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