Estaba en su habitación, sentada en el borde de su cama, apoyando la cabeza en su ventana, mirando el parque lleno de niños pequeños, corriendo y jugando por todas partes con sonrisas enormes, mas enormes que sus pequeños cuerpecitos, sin preocupaciones de nada, solo de una: que no terminara la tarde para no parar nunca de jugar.
En cambio ella seguía contemplando aquellas imágenes, y recordando las tonterías que hacia de pequeña, sin ninguna preocupación, siempre con aquella sonrisita llena de alegría, no se imaginaba lo duro que llegaría a ser la vida con ella...
Cuando se quiere dar cuenta, el cielo ya esta lleno de estrellas y una enorme y preciosa luna, que ilumina toda su habitación con esa luz blanca perfecta, empieza a notar su vista algo nublada y una pequeña lagrima corre por su mejilla, pero al tener la vista alzada mirando el hermoso cielo estrellado pasó una estrella fugaz y pidió con todas sus fuerzas que volvieran esos tiempos perfectos de la niñez y que su Peter Pan la lleve al país de los niños perdidos y no hacerse mayor nunca...
Me encanta la entrada, oye, tienes un regalito por mi blog(; un besoo, tequieromuchísimo.
ResponderEliminarMe encanta, obasulutamente todo *-*
ResponderEliminarTe sigo;)
Buen trabajo:)